miércoles, 21 de abril de 2010

Que se vayan todos, incluido yo mismo.


Nada es más incierto que una generalización. Cuando cualquiera afirma, por ejemplo: "las verduras son buenas para la salud", inmediatamente te aparecen las excepciones. Y de a montones. Tomates tóxicos y hasta una radicheta más venenosa que la avispa de agua de los mares australianos. Una generalización, justamente no es precisa. Van todos a la bolsa. Justos y pecadores. Y esta arbitrariedad se resuelve dejando en libertad a justos y pecadores, obviamente.
Cuando caceroleaba el pueblo reclamando “que se vayan todos”, el tan abarcativo “todos”, absolvió finalmente a todos.
Lo que tienen las generalizaciones es que son fáciles. No hay que andar mirándole en detalle nada a nadie. Si tiene la camiseta, la etiqueta, el carnet del club; marchó.
Asusta ver a cada vez más gente convencida de la certeza de las generalizaciones y proclive a promover acciones en consecuencia contra todos los integrantes del grupo en cuestión.
Y se hacen generalizaciones de todo tipo.
Los árabes son terroristas, los judíos amarretes y los católicos pederastas. Los negros son vagos, los blancos malnacidos, los políticos corruptos, los putos promiscuos y los médicos comerciantes. Y no es que no haya entre ellos uno que no sea lo que indica la generalización. Pero ni por las tapas podemos asumir que la totalidad de los que pertenecen a esos grupos, tiene esas características.
Pero es más fácil generalizar y de un plumazo cantar la posta.
No hay mejor manera de favorecer a los que en esos grupos se comportan efectivamente como señala la generalización, que generalizando.
Las excepciones desautorizarán la afirmación, beneficiando a los que deberían individualizarse.
No digamos los políticos son corruptos. Esa catarsis es peor que inútil. Agarremos a los que nos inspiran esas generalizaciones, aislemos sus casos y avancemos para echar un poco de luz dejándolos en evidencia o procesándolos si se reúnen los elementos suficientes.
Otra cosa que me chirria y me indigna soberanamente es la consideración del supuesto pensamiento progresista para con los descastados que delinquen. La conmiseración para con los marginados que optan por delinquir para afrontar su condición, es pelotudamente injusta para los que también marginados y en condiciones de existencia paupérrima, se esfuerzan, laburan y se matan todos los días en gran mayoría en los mismos lugares donde se cuecen las lacras.
Hay muchísima gente muy pobre, en barrios carenciados, villas de emergencia -o como la corrección política indique que haya que llamarlos-, esforzándose y poniéndole el pecho al lugar en que les tocó nacer y a las dificultades que tienen que superar.
Justificar al chorro y al vago por el lugar en que les toco nacer, es sumamente injusto para con quienes en idéntica situación laburan y transmiten valores de esfuerzo y responsabilidad a sus hijos.
Esto no niega que la marginalidad contribuye fundamentalmente a la mala vida, pero no nos exculpamos justificando al que opta por la más fácil.

14 comentarios:

  1. Entre los discursos de la Cristi, los chistes de Juez, las profecías de Lilita, los seseos de Nestor, los exabruptos de Aníbal y las chicanas de Duhalde, ya no pido que se vayan todos, sino "que se callen todos".

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  2. Efectivamente. Hablan mucho. Todos. Y es la mayor preocupación. Si por Cristina fuese, mandaría cadena nacional para explicar con la histriónica paciencia de quien subestima a sus interlocutores, hasta las cosas que en su puta vida entendió, ni va a entender. Por otra parte le preocupa lo que dicen los medios que no se encolumnan con su soberbia idiotez. Pasan a ser todos Clarín, cuando no lo son. Esa imbecilidad maniquea, irrita.
    En fin... Nrgúmeno. Le mando un saludo.

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  3. ¿Vos sos el mismo que después suscribe notas de blogs donde se dicen cosas como éstas?:

    "Los peruanos de esta nueva oleada, en cambio, son la lacra de su país. ¿Habrá excepciones?. Seguro. No las conozco. Vienen en su amplísima mayoría a traficar droga o dedicarse el robo."

    "Nadie (políticos, funcionarios, periodistas, intelectuales, sindicalistas o cualquier líder de opinión que se les ocurra) se pregunta públicamente porqué tenemos que pagarles las viviendas, los planes asistenciales, los hospitales, el colegio, subsidiarles el transporte y regalarles la electricidad a millones de tipos que no tienen nada que ver con nosotros." (En alusión a inmigrantes de países vecinos)

    "La decadencia de Europa muestra entre otras cosas, que es imposible luchar contra las migraciones económicas. Lo cual no implica que no sea posible implementar un régimen de apertura y cierre de fronteras y preminencia cultural de la Identidad Nacional. Pero fundamentalmente, la estructuración de barreras que frenen, por un lado esa invasión y por otro lado la colonización."

    ¿o sos -¡coherentemente!- Otro?

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  4. Soy Otro. Siempre soy otro. Pero no suscribo las afirmaciones que vos extractás.
    Mi pensamiento sigue siendo libre y si bien puedo compartir ciertos puntos de vista, con unos y otros, eso no me coloca respaldando la totalidad de lo que ellos opinen.
    Tal como te digo en mi entrada, no soporto las generalizaciones de ningún tipo. Es una manera facilista que apunta a la desautorización del otro sin resolver el asunto o la diferencia.
    Con Todos Gronchos por lo pronto no comparto su visión histórica de Perón y el Peronismo y en su blog se lo he manifestado. Estoy en las antípodas, en eso.
    En cuanto a las expresiones xenófobas que extractás tienen un atenuante que no citás, cuando alude a todos aquellos inmigrantes que efectivamente aportan una cuota de trabajo encomiable, dentro de una cultura del trabajo emputecida. Hace una excepción. Si lees mis comentarios a esa entrada, verás que no comulgo con el cierre de fronteras. Si, con la documentación. Visado de tres meses en el caso de turistas y certificado de buena conducta para fijar residencia. Lo que creo que el modelo asistencialista es tremendamente injusto para los millones que en idéntica situación de marginalidad, no delinquen, saliendo a yugarla.

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  5. Mmm son ciertas muchas de las cosas que decís.
    Sin embargo, creo que se confunde "justificar" con tratar de elucidar las causas. Cuando alguien dice que existen condicionamientos para realizar determinados crímenes no está "justificando" en el sentido de "exculpando". De hecho, la mayoría de quienes pueblan las cárceles son pibes pobres: casi nunca meten en cana a alguien poderoso o de clase alta (los delitos perpetrados por personas de clase alta son mucho más difíciles de probar e investigar: estafas financieras, etc).
    Hay relación entre clase social y delitos específicos (más allá de que muchos delitos están amparados en la complicidad policial y política). Las estafas financieras o los delitos sofisticados no salen en programas tipo "Policías en acción". Son delitos poco televisivos, por así decirlo.
    ¿Se entiende a dónde quiero llegar?
    No es casual que en yanquilandia, por caso, las cárceles estén llenas de negros e hispanos.
    Si uno no trata de explicar las causas no puede hacer mucho para evitar los efectos no deseados.

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  7. Bueno, me alegro que te haya gustado mi cuentito. Sólo aclarar que no creo que la poesía sea “la palabra en su más musical y expresiva elegancia”. Lo de musical es entendible, pero lo de la elegancia me da mala espina. Creo que la poesía suele no tener nada que ver con tal expresiva elegancia; creo que esa creencia se da por efecto de quitarle a la poesía su lazo con el mundo, de entronizarla y de pensarla casi te diría en su sentido decimonónico más romántico, algo que la restringe, le quita su potencialidad maravilloso. Ponele.
    Respecto a todos gronchos, tu poder de omisión es lo que sorprende. No entiendo cómo hacés para ignorar la ideología siniestra que expresa ese tipo de cosas (convengamos que solo desde la mala leche se puede escribir algo así; desde la ignorancia, desde la xenofobia, desde el desprecio y desde la idiotez) al punto de sentirte cómodo para responder lo demás. Los ejemplos exagerados suelen ser muy ilustrativos para lo que uno quiere dar a entender, y si alguien dice “hay que matar a los peruanos y cristina K es una corrupta”, y tu respuesta a eso es: “sí, la verdad que cristina es una corrupta”, sinceramente no me alcanza que luego me digas que “compartir ciertos puntos de vista no te coloca respaldando la totalidad de las opiniones”, sobre todo porque toda la nota posee un espíritu ideológico de un calibre nefasto. No es algo que yo espere de alguien que tenga un mínimo de sentido crítico al leer algo así; ni te cuento de un socialista. No entiendo el recorte que hacés; no entiendo por qué sólo te interpela el lado anti K de la nota y algo tan ominoso no te genera una reacción. Lo mismo puedo decirte de las cosas que le respondés a otros lectores. Le contestás varias veces a los que defienden al gobierno pero te salteás decenas de post groseramente xenófobos, ¿solamente porque también le pegan al gobierno? No sé, me gustaría suponer que tantísimo tufo fascistoide te interpela de algún modo; el caso concreto es que, aunque no suscribís, elegís obviarlo. Deberías salirte de la vaina con ese tipo de expresiones. En mi opinión, limita demasiado la coherencia de lo que pregonás y defendés.

    Y no, esas expresiones xenófobas no tienen ningún tipo de atenuante. Me extraña. Para peor, no son las únicas, elegí esas nomás. Hay más, y también en otros post.

    Respecto de la documentación de los inmigrantes, es un acuerdo del Mercosur. A todos los inmigrantes que se mueven dentro del Mercosur les piden lo mismo. ¿Sabías que los bolivianos que mataron tenían todos los papeles, incluyendo el de buena conducta que tanto te preocupa? Me apresuro a suponer que sí.

    Te mando un saludo, y aunque tengo ganas de disculparme por mi franqueza, la verdad es que no me sale: no se puede soslayar cualquier cosa sólo para sacar provecho de un aspecto del discurso que te cae simpático. Pero eso es lo que yo espero, claro. Si vos te sentís cómodo no haciéndote eco, allá vos.

    Otro saludo.

    (pd: eliminé la respuesta anterior para corregir un error de sintaxis)

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  8. Primero a antitodosgronchos.
    Es cierto lo que decís sobre la procedencia social de la mayoría de los reclusos. Un poco por la marginalidad (estar fuera de todo, hace que nada tengan que perder), otro por la insolvencia para procurarse buenos abogados y otro por una cultura de transgresión que se revela en el canto de la tribuna y en las letras de la cumbia villera. Los pibes chorros termina siendo una cosa simpática a la mirada de la intelectualidad que resiste al establishment.
    La propiedad privada está cuestionada. Y para mí es esencial.
    No hay manera de explicarle a la señora que limpia en mi casa que nunca completó el primer grado. Que no lee, ni escribe, pero que crió a sus hijos y logró que la más chica completase estudios terciarios, que los que le chorearon la bicicleta (que aún está pagando) a su hijo, son pibes desclasados, a los que la sociedad les quitó todo.
    Lo único que ella piensa es que son unos aprovechados y que no laburan porque no quieren.
    Yo creo que la mayoría de la gente pobre no es chorra, no se aprovecha de lo ajeno y contribuye a construir o a producir. Eso es lo que merece más prensa.
    Yendo a la cuestión que nos tiene comentando en este blog que es casi un baldío. No puede ser que por un exceso de insistencia mediática sobre el delito y una caracterización de clase (falaz aunque fácil por abundante) de los que delinquen, la reacción sea de justificación en las condiciones de marginalidad a las que el sistema capitalista los ha llevado. Ni una cosa ni la otra. No puedo aceptar ni lo uno, ni lo otro. Finalmente, la pobreza no se combate dibujando las estadísticas.
    Saludos cordiales.

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  9. Con respecto a tu cuentito, para mí la expresividad y elegancia no son restrictivas. No sé qué connotan para vos. Quiero decir que la expresividad y la elegancia son ilimitadas. La musicalidad también. O tal vez sea que creo en un modo elegante de expresar, revelar, o retratar hasta lo más feo o vil.
    Con respecto a todos gronchos, admito no estar respondiendo a todos los comentarios donde se extreman las posiciones.
    Algunos me resultan descerebrados. Vos sabés que los peores focos de xenofobia se dan entre los que menor educación tienen.
    Mi entrada es sobre la construcción de generalizaciones.
    Volviendo al punto. Puede que me concentre en responder las cosas que me hacen ruido del discurso oficialista y deje pasar comentarios de algunos (que no creas que no me espantan) que deslizan prejuicios, preconceptos y denotan ideologías que tampoco comparto.
    El autor de todos gronchos entre otras cosas habla del peronismo, de Perón y de Evita como próceres (Sabrás lo urticante que puede ser para mi piel de “gorila”). Puede hasta que mantenga cierta simpatía con Duhalde. Reniega del Socialismo. A veces se va al carajo desde mi punto de vista, con la presentación descarnada de situaciones, incorporando un supuesto inconsciente colectivo, que se expresa sin filtro.
    Pero puedo leerlo, filtro e interpreto mucho de eso como forma y no como fondo.
    Quedate tranquilo que no estoy de acuerdo cuando alguien generaliza.
    Por eso digo:
    Asusta ver a cada vez más gente convencida de la certeza de las generalizaciones y proclive a promover acciones en consecuencia contra todos los integrantes del grupo en cuestión.
    Y se hacen generalizaciones de todo tipo.
    Los árabes son terroristas, los judíos amarretes y los católicos pederastas. Los negros son vagos, los blancos malnacidos, los políticos corruptos, los putos promiscuos y los médicos comerciantes. Y no es que no haya entre ellos uno que no sea lo que indica la generalización. Pero ni por las tapas podemos asumir que la totalidad de los que pertenecen a esos grupos, tiene esas características.
    Y la verdad es que no sé si mereceré la hoguera, pero no me salió repetir eso en los comentarios de aquel Blog.
    Fuerte abrazo atravesando tu indignación.

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  10. La elegancia no es restrictiva. Tu definición de poesía sí es restrictiva.

    No di a entender que la elegancia sea reservada a unos pocos temas, o muchos pero limitados. No me referí a eso. En efecto, con elegancia se podrá hablar de un átomo o del universo, y de cada cosa que quepa entre esos dos polos. Pero yo no estoy hablando de elegancia, estoy hablando de poesía.

    Y "la poesía es la palabra en su más expresiva elegancia" es una definición restrictiva. Te guste o no, estás diciendo que la poesía NO es la palabra en su MENOS expresiva elegancia. Y sí, la poesía puede ser eso, puede no ser una "expresiva elegancia". Máxime cuando el concepto de elegancia está sujeta a una valoración que se ve alterada con el correr del tiempo. Lo que hoy la gente ve como algo elegante, mañana puede no serlo; y al revés. Si la poesía es "la palabra en su más expresiva elegancia" la estás circunscribiendo al concepto de elegancia de un período de tiempo, y si hay algo que no le gusta a la poesía es la automatización de una percepción. En cuanto quieras limitarla a una percepción que trate de estabilizarla, va a ser otra cosa, va a necesitar alterarse para poder seguir generando un estado alterado. Sí, la poesía altera. Y la primera alterada es ella misma.

    Respecto a todos gronchos, creo que dejé sentada mi postura. En todo caso, si luego me surge algo, te comento.

    saludos.

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  11. Digamos que podemos pasarnos horas y cada vez que intentemos asignarle características, la estaremos desdibujando.
    Yo elegí esa manera. Vos la explicás como un estado alterado que empieza por alterarse a si misma. Lo quieras o no, para descartar mi "pseudo definición" (no fue mi intención), la reemplazás con otra. Y así seguiríamos corriendo detrás. La respuesta es la del poeta a quién le pedían que explique su poema. Si fuese explicable sería un manual y no una poesía.
    La palabra. Uf.

    Saludos

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  12. Pero no la definí, solo hablé de sus consecuencias. Es diferente. Aclaro que no quiero decir que sea algo indefinible. Se puede definir en torno a una idea de experiencia ligada a la palabra, que puede involucrar aspectos emocionales, intelectuales y estéticos, y que genera una transfiguración, algo que la eccede, es decir interpretación y actualización semántica, ya que estamos en el orden de lo referencial. A partir de ahí surge algo bastante poco limitado en cuánto a expresividad. Definitivamente la palabra "elegancia" no es un término feliz en la definición. Y no tengas dudas de que hay poesía contra la elegancia, que deliberadamente se despoja de cualquier asociación con lo que pueda entenderse por elegancia.

    Entiendo igual que no fue tu intención definirla, o ser estricto en la definición. Pero no pude dejar de remarcar algo que siempre me genera una respuesta, porque ese tipo de definiciones (casi inconcientes) tiene una consecuencia indeseable: la creencia de que la poesía es territorio del buen gusto, de quienes detentan poseerlo (una elite; y acá se mete por la ventana una cuestión de clase: el buen gusto vendría a ser el gusto de la clase dominante) y fundamentalmente que la poesía es algo entronizado, alejado de la tierra, volando con las musas de la inspiración, algo casi celestial que si se toca con lo cotidiano y lo bajo se ensucia; y si se quita de encima a la elegancia se aleja de su ideal.

    Es cierto, da para largo. Está bueno, igual. En algún punto siempre se te escapa, como si de algún modo fuese indefinible por definición. Por eso recurrí a la idea del poema en el discurso científico para explicar lo inexplicable: el origen, el infinito. Esas nociones son inasibles. Y aún así, aspiro a que el descubrimiento del científico abarcase mucho más que eso. Papá Borges siempre presente: el poema es, a su modo, un Aleph.

    Me voy al sur. Feliz navidad.

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  13. Pasala muy bien.
    Y gracias por contribuir y enriquecer (en serio muchas gracias) a esta entrada y a mi mismo, con tu elegantísimo punto de vista.

    Feliz Navidad y Felisa Me Muero.

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  14. "La poesía es la única verdad"


    Desde el sur. Feliz 2011.

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